"Si he hecho descubrimientos invaluables ha sido más por tener paciencia que cualquier otro talento"
ISAAC NEWTON
Paciencia, una sensación curiosa.
No es una sensación en si ni un sentimiento, sino una fórmula matemática. Una fórmula que suma la tranquilidad con las ganas de hacer. Una fórmula en la que el tiempo multiplica a todo, es imprescindible. Su única excepción es el desengaño.
Paciencia. Una formula que no necesito y al mismo tiempo anhelo.
Como bien dijo Isaac Newton, la paciencia nos conduce a una respuesta, a un descubrimiento.
¿Crees que tanto tiempo perdido me conducirá a algo que realmente merezca la pena?¿A un descubrimiento insólito?¿Debo continuar o esperar?... Muchas preguntas sin respuestas para alguien como yo que no posee el don de la PACIENCIA.
¿Por qué tu boca suelta tantas palabras incoherentes que en realidad no dicen nada? ¿No es suficiente mi mirada? ¿Acaso no te das cuenta de que quiero que te calles? No te lo tomes a mal, pero en realidad es por tu bien, ya me lo agradecerás... o por el contrario te comerás tus palabras.
Hoy tengo ganas de gritar, de poner la mente en blanco, de olvidarme de todo y de todos. Lo siento pero este día es mio, no vas a conseguir chafármelo. Ahora tengo el poder, ¡Intenta arrebatármelo!.
Tengo miedo. ¿Miedo de qué? Miedo de caer, miedo de no lograrlo, miedo a las responsabilidades, miedo a decepcionar, miedo a los cambios trascendentales, miedo a no ser valorada, miedo a no valorarme. Tengo miedo, lo reconozco. Temo vivir una vida que no es la mía. Temo no encontrar lo que busco. Temo tener que caminar sola.
En este mismo instante todo está tranquilo. Quiero cerrar los ojos e instintivamente mi sentido del olfato reacciona bruscamente. Llega a mi un olor a canela. Canela. Traigo a la mente una imagen. En esa imagen salgo yo, soy una cría y estoy sentada en el suelo de la cocina mientras que mi madre cocina...
