domingo, 5 de mayo de 2013

Shout!

Unas ganas tremendas de gritar alto, muy alto.
Ese grito que sale del pecho. Ese que desgarra a todo aquel que lo oye. Ese que te rompe por dentro.
Pero nada, sigue dentro, mi boca está cerrada.
¿Fortaleza o estupidez?

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