viernes, 5 de noviembre de 2010

Él.

   
     Todo fue tan rápido... 
Lo vi, él me miró, mis rodillas temblaron levemente, el ritmo de mi corazón aumentó, mi respiración cambió de improvisto, incluso las mariposas de mi tripa salieron de sus capullos y empezaron a revolotear.
 Entonces lo supe, era él.


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